Tras unas vacaciones de Semana Santa un tanto singular debido a la situación que estamos viviendo, volvemos al aprendizaje. Esta vez lo haremos de forma virtual, ya que es la metodología que predomina en estos momentos.
Nos enfrentamos cada día a un fenómeno circunstancial con el que no contábamos. Pero así dicen que es la vida, actuar según vayan aconteciendo la misma.
Nuestros estados de ánimos se encuentran un poco dañados, porque en cierto modo nos están privando de libertad, algo que antes considerábamos un derecho, ahora lo valoramos como un privilegio. Y sí, la situación se ha agravado y mucho. Nadie estaba preparado y aún no lo están. Pero sí que es cierto, que este tiempo en el que nos estamos quedando en casa deberíamos realizar un balance de las cosas buenas que poseemos y que normalmente no valoramos. Después de este acontecimiento debería verse ese cambio, ya que se están cociendo mejores personas si cabe.
Todos estamos para ayudar, para adaptarnos a este nuevo método de vivir, pero ¿cuánto vamos a aprender? Siempre hay un lado negativo, pero hay otro muy positivo.
¿Estáis preparados/as para el último empujón?
¡Allá vamos!
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